1. Disminuir en alguna medida la propagación del virus por individuos infectados, especialmente
   en los casos de individuos que no presenten síntomas o tengan síntomas leves. Aunque no
   funcionen de manera perfecta podrían colaborar para que la carga viral que se propague sea
   menor. Podrían proteger a los demás.
2. Disminuir nuevas infecciones por individuos no infectados. La máscara evitaría en alguna
   medida que las partículas de virus en el aire sean inhaladas desde el exterior. Podrían proteger al
   usuario.
3. Limitar el contacto mano a cara. La máscara podría disminuir el riesgo de que llevemos nuestras
   manos a la nariz y boca, disminuyendo así el riesgo de infección si hemos tocado una superficie
   contaminada. Entonces, sumar el uso de máscaras al lavado frecuente de manos podría
   disminuir las probabilidades de contagio.

1. Existe la llamada “sensación de falsa seguridad”, que consiste en que por usar barbijos
   podríamos pensar erróneamente que no hace falta cumplir con las medidas de seguridad. Por eso,
   en ningún caso el uso universal de barbijos reemplazará las indicaciones de aislamiento social
   (mantener 2 metros de distancia con las otras personas) y la higiene de manos.
2. La incorrecta manipulación de los barbijos puede contaminarnos las manos y
   consecuentemente infectarnos en caso que toquemos nuestros ojos, nariz o boca, si no la lavamos
   previamente.
3. El barbijo puede dificultar la respiración en algunos tipos de pacientes: menores de 2 años y
   personas con dificultades respiratorias o que se encuentren incapacitadas para quitarse el barbijo.

Cuando se concurra a lugares públicos donde otras medidas de distanciamiento social sean
difíciles de mantener como supermercados, farmacias, bancos, transporte público, etc.

Dado que la disponibilidad de barbijos quirúrgicos es limitada, existen alternativas para generar
herramientas de uso comunitario como cobertores de tela. Si bien los barbijos caseros no son
equivalentes a barbijos quirúrgicos, estos últimos son suministros críticos que deben continuar
reservados para los trabajadores de la salud y todos los que se encuentran en la primera línea de
atención a la población, que por el alto riesgo que enfrentan, son la prioridad.
Los cobertores de tela hechos de artículos para el hogar o hechos en casa con materiales comunes
a bajo costo se pueden usar como una medida de salud pública voluntaria adicional a las medidas
de distanciamiento social e higiene.

A la hora de confeccionarlos, es importante que:

• Se ajusten bien pero cómodamente contra el puente nasal y el costado de la cara.
• Estén asegurados con lazos o elásticos para las orejas.
• Incluyan múltiples capas de tela (al menos 2).
• Permitan la respiración sin restricciones.
• Se puedan lavar y secar a máquina sin daños o sin modificar su forma.

Barbijos cosidos (la opción preferida):

Los materiales que vas a necesitar:

• Dos rectángulos de 26 x 16 cm. Se pueden utilizar diferentes materiales para su
  confección: las que mejor relación tienen entre efectividad de filtración y facilidad para
  respirar son las telas 100% de algodón de hilado apretado, como tela de acolchados,
  sábanas de algodón (mayores a 180 hilos) o fundas de almohada (particularmente las
  antibacteriales). En caso de necesidad, otras opciones que pueden funcionar son las telas
  de remera de algodón y de repasadores.
• Dos piezas elásticas de 15 cm (gomas, cuerdas, tiras de tela o cintas para el cabello).
• Aguja e hilo.
• Tijeras.

Y seguir los siguientes pasos:

• Recortá los dos rectángulos de la tela elegida de 26 x 16 cm. Apilá los dos rectángulos;
  cosé la máscara como si fuera una sola pieza de tela.

Los materiales que vas a necesitar:

• Camiseta.
• Tijeras. 

Y seguir los siguientes pasos:

Los materiales que vas a necesitar:

• Bandana o pañuelo (o cuadrado de algodón de aproximadamente 50 x 50 cm).
• Filtro para café.
• Bandas elásticas (o cintas elásticas para el cabello).
• Tijeras (si va a cortar su propia tela)

Y seguir los siguientes pasos:

• Antes de ponerse un barbijo, lavate las manos con agua y jabón o con un desinfectante a base de
  alcohol.
• Cubrite la boca y la nariz con el barbijo y asegurate de que no haya espacios entre tu cara y la
  máscara.
• Evitá tocar el barbijo mientras lo usás; si lo hacés, lavate las manos con un con agua y jabón o con
  desinfectante a base de alcohol.
• Cambiá de barbijo en cuanto esté húmedo o visiblemente sucio.
• Para quitarse el barbijo: Hacerlo por detrás sin tocar la parte delantera del barbijo, colocarlo
  inmediatamente en un recipiente cerrado y lavarse las manos con agua y jabón o con
  desinfectante a base de alcohol.