“Todo lo que hice, lo hice con mucho amor. Saben que amé mi trabajo y que la delegación fue mi segunda casa donde todo lo que hacía era con ganas y por el bien de los vecinos” manifestó Betty Hoff, vecina reconocida por la comunidad luego de 35 años de servicio en la delegación municipal de Santa María.
Betty Haydee Hoff nació el 20 de junio de 1963, hija de Jorge Hoff y Luisa Holzmann. Fue la menor de seis hermanos, criada en el corazón de una familia numerosa y querida.
Formó su familia junto a Rubén Urban, con quien tuvo dos hijos: Giuliana y Danilo, quienes son parte fundamental de su vida.
En el año 1989 comenzó a trabajar en la Delegación Municipal de Pueblo Santa María, atendiendo el teléfono público —por entonces, el único teléfono del pueblo—, un servicio esencial que la puso desde temprano en contacto directo con sus vecinos. En 1991 se incorporó a la administración, trabajando codo a codo con Pedro Maier.
A lo largo de los años, su rol fue creciendo, pero nunca cambió su esencia: la de estar siempre al servicio de la comunidad. Estuvo al frente de la Delegación durante el año 1998 acompañando cada necesidad, cada trámite, cada historia que pasaba por sus manos.
Durante 35 años, Betty hizo de su trabajo una verdadera vocación. Siempre presente, cercana a los vecinos, comprometida con las instituciones, con un profundo sentido del trabajo comunitario y del servicio. Atendió con paciencia, escuchó con empatía y resolvió con dedicación.
Su paso no fue solo trabajo: fue presencia, fue escucha, fue comunidad.
Personas como Betty dejan marcas que el tiempo no borra. Gracias por caminar siempre al lado de tu gente.
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